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La opinión de los profesionales

¿Qué impacto social tendrán los nuevos grados de la USJ en Aragón?

Lejos de ser ciencias del futuro, la biomedicina y la bioingeniería han demostrado ser disciplinas necesarias en el presente. Una realidad que se ha visto acentuada con la llegada de la covid19 y la urgencia por investigar a contrarreloj y de manera efectiva. Cuatro profesionales que utilizan estas ciencias en su día a día explican cómo están cambiando el mundo a través de la mejora de la calidad de vida y la salud.

ALBA DE MARTINO RODRÍGUEZ

Directora del Área Producción de Conocimiento e Innovación del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS)

La investigadora manifiesta que la biomedicina puede aumentar la esperanza de vida al ser capaz de desarrollar fármacos utilizados para curar enfermedades o mejorar los síntomas que causan. Un ejemplo de biomedicina en el IACS es la Cohorte Aragón COVID-19 del Biobanco del Sistema de Salud de Aragón (BBSA) y el Laboratorio Satélite de Apoyo y Refuerzo al Diagnóstico de COVID-19 (LaSARD) desde los que se apoyan líneas de investigación para hacer frente al COVID-19 y se colabora con los profesionales sanitarios de Aragón en la detección de las cepas de coronavirus en nuestra comunidad

A raíz de la pandemia que estamos viviendo, somos más conscientes de que la investigación en biomedicina es muy necesaria.

Contar con una base de estudiantes y profesionales que puedan colaborar y fortalecer los grupos de investigación y empresas de nuestra CCAA sólo puede mejorar nuestro posicionamiento en este ámbito.

ALBERTO J. SCHUHMACHER 

Investigador ARAID en el IIS Aragón

Para el investigador, la covid19 ha traído consigo “un momento de cambio decisivo en la forma de entender la vida, la salud y las enfermedades”. En este contexto, manifiesta que la biomedicina “ofrece unas posibilidades y perspectivas fascinantes” que ya se han materializado en “la identificación del SARS-CoV-2 como agente causante de la covid19, el diseño de test diagnósticos y el desarrollo de nuevos tratamientos y vacunas”.

Biomedicina es un perfil atractivo y completo porque ofrece una visión global de la salud, la enfermedad y la investigación.

Debemos apostar como sociedad y hacer de Aragón un imán de talento. La biomedicina está creciendo en la comunidad y se van a necesitar más profesionales bien cualificados.

BLANCA RODRÍGUEZ

Catedrática de Medicina Computacional en la Universidad de Oxford

La investigadora forma parte del Departamento Computer Science de la Universidad de Oxford, en el que utilizan simulaciones del corazón realizadas por ordenador para entender cómo actúan las enfermedades y cómo podrían funcionar determinados fármacos. “Esto es el presente, son aplicaciones de la bioingeniería reales y hace falta gente experta en ingeniería, pero con conocimientos en fisiología, anatomía, biología, etc.”, declara.

En cualquier ámbito de la medicina, la innovación se produce la mayor parte de las veces gracias a la ingeniería. Además, el profesional que estudia bioingeniería recibe ya desde el principio una formación en ingeniería y en medicina, sin tener que adquirir, a posteriori, los conocimientos básicos de medicina que se necesitan en ingeniería biomédica.

Un grado tan atractivo e innovador, sumado a la tradición que hay en Aragón de investigación muy puntera sobre este tema, supone la atracción de mucho talento.

ÁNGEL ALBERICH-BAYARRI

CEO y Fundador de Quibim

Quibim es una empresa que aprovecha la bioingeniería para detectar y diagnosticar enfermedades como el alzheimer y el cáncer. “Actualmente estamos en la era de los datos y cualquier técnica de detección, diagnóstico, planificación terapéutica o evaluación de la respuesta a un tratamiento farmacológico requiere de la bioingeniería”, declara Alberich.

La bioingeniería ha sido la ingeniería con el mayor crecimiento en número de puestos de trabajo en los últimos años, con una tasa de más del 60% desde el 2012 en Estados Unidos. Esta tendencia es la que estamos viviendo también en estos momentos en Europa.

Además de tener una variedad de contenidos muy rica y generar profesionales muy versátiles, tiene un alto impacto social y jugarán un papel fundamental en la gestión de la salud y en la medicina del futuro. Si hay más bioingenieros, habrá más investigadores y emprendedores, lo que redundará en un impacto en la sanidad de Aragón.