Ganador Premio al cocinero más innovador

David Baldrich: Buscamos transmitir la historia de los ingredientes

Un menú degustación de cocina de autor a precio asequible con protagonismo del producto local de pequeños productores es la propuesta gastronómica que David Baldrich ofrece en La Senda. «Esta es una forma de acercarse a la cocina de autor apta para cualquier bolsillo y que el público aragonés ha recibido con mucho cariño», señala el ganador del premio Dr Schär al Cocinero Innovador de los galardones Con Mucho Gusto que otorga HERALDO.

Para sorprender continuamente a los comensales, Baldrich y su equipo renuevan cada cierto tiempo los platos, en los que ha ido creciendo la presencia de los productos locales, incluyéndolos en la experiencia gastronómica de una forma especial. «Buscamos la historia de los ingredientes e intentamos transmitírsela al comensal -cuenta el chef, y continúa-. El descubrir a un comensal un nuevo ingrediente y además contarle que se elabora cerca de donde él vive completa aún más si cabe la experiencia que ofrecemos».

El momento que vive la hostelería hace que Baldrich valore todavía más el premio. «En un año tan complicado para la hostelería que un medio tan prestigioso como HERALDO se fije en nosotros para uno de sus premios nos da una gran inyección de energía y supone una reafirmación de que la vía que hemos tomado de defensa del producto aragonés era necesaria y llega a la gente», reconoce.

Amplia experiencia

Antes de abrir La Senda, Baldrich tuvo un amplio recorrido entre fogones que él mismo afirma que fue una combinación de «momentos muy difíciles y maravillosos» con los que ha aprendido y disfrutado. Esta trayectoria hace que mire a la situación actual sin miedo. Me considero una persona resiliente e incluso de esta temporada tan dura debido a la crisis de la covid vamos a intentar sacar algo positivo», asegura, a la par que garantiza que es uno de los momentos más dulces tanto a nivel creativo como de funcionamiento del restaurante.

Trece años de experiencia en la cocina le avalan para poder decir que ha adquirido su propia personalidad cuando realiza una de sus recetas, pero no se olvida de sus mentores. «Si tengo que nombrar un referente, siempre he considerado mi mayor influencia a David Yarnoz, del Molino de Urdániz, del que aprendí casi todo lo que sé de cocina», asevera.

En el futuro es consciente de que les va a tocar luchar para superar la situación actual, pero se muestra optimista. «Sé que con esfuerzo y ganas no solo lo conseguiré sino que creceré en el proceso como persona y como empresa». Porque para él, La Senda no es solo un negocio. «La Senda no es un trabajo, es una forma de vida y espero que sea lo más brillante posible», concluye con convencimiento.