Entrevista con Joaquín Olona, consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón
¿Cree que premios como los que otorga Heraldo del Campo son más necesarios que nunca en un año como este?
Desde luego que sí. Aprovecho para felicitar y agradecer en nombre del sector agrario a HERALDO la idea de estos premios, que son una manera muy oportuna, pertinente y necesaria para reconocer el trabajo que hace el sector agroalimentario. Y más en unos momentos como este, en los que ha hecho, hace y sigue haciendo un esfuerzo enorme para garantizar el abastecimiento alimentario en calidad, cantidad y seguridad.
¿Cómo resumiría las afecciones que ha traído la crisis del coronavirus al sector?
Es difícil sintetizarlo en una idea, pero se ha producido un cambio muy importante en la estructura del consumo y de la demanda y el sector ha tenido que dar una respuesta asumiendo importantes costes. La afección tan grave y dura que está teniendo la hostelería, lógicamente se ha trasladado al sector agroalimentario y esa pérdida de demanda ha ocasionado un gran perjuicio. Ha tenido un aumento, en cambio, a través de otros canales, como el ‘online’ y todo eso ha hecho que el sector se esté adaptando. Algunos de los cambios irán despareciendo, pero otros han venido para quedarse. Estoy seguro de que esta crisis va a suponer un avance para el sector en relación con la digitalización.
¿Goza de buena salud el sector primario y la industria alimentaria aragonesas?
Sí, totalmente. Y eso se refleja en las cifras de inversión, en que los proyectos que estaban previstos o en marcha antes de la pandemia, todos persisten y creo que es una demostración de buena salud y la fortaleza y capacidad de inversión que se está reafirmando por parte del propio sector en unas condiciones tan difíciles como a las que nos está sometiendo la pandemia.
Recientemente ha anunciado dos convocatorias de 30 millones cada una para jóvenes agricultores y regadíos, ¿es este uno de los presupuestos más ambiciosos de los últimos años?
Sí, atendiendo a las cifras es el más alto desde 2013 y, por tanto, hay razones puramente objetivas para afirmarlo, pero sobre todo es muy ambicioso en la gestión de los fondos adicionales a los que no están en el presupuesto que estoy convencido que vamos a aplicar. Va a ser un verdadero reto de gestión por las dificultades con las que vamos a tener que abordarlo.
¿Confía en que la negociación de la reforma de la PAC acabe con los derechos históricos?
Confío en que sea así y en ese sentido llevo trabajando desde que llegué a la Consejería. Trabajo para que así sea porque es una condición necesaria para lograr el objetivo de reforma en profundidad de la PAC en favor de los agricultores profesionales.
¿Cuál es la previsión del departamento para el próximo año?
En sentido y coherencia con lo que acabo de señalar, diría dos cuestiones. Por un lado, gestionar con eficacia en favor de la mejora y modernización del sector agroalimentario, no solo los fondos del presupuesto sino los adicionales que se van habilitar en el marco del ‘Next Generation’. Y, por otro, este va a ser el año clave para la reforma de la PAC. En 2021, España tiene que definir y concretar cómo queremos aplicar la PAC. Va a ser la culminación de todo ese trabajo que se ha hecho desde Aragón en favor de los agricultores profesionales. Y añadiría otra cuestión también para mí muy importante, que espero que sea el año en la que se apruebe la ley de modernización y protección del modelo familiar de agricultura, que ya he llevado al Consejo de Gobierno para su toma de conocimiento.